sábado, 5 de diciembre de 2009

Caminos

Fluir, ver claramente lo que viene en el camino. Percibir el encierro, el aire artificial, el vidrio transparente, la caja de cristal.

Atrás dejo todo eso, empiezo a vivir diferente; más natural, con más calma, más real. Cambiar el hábito, quitar el vidrio, buscar el aire, el sol, la luna, el mar. Despertar a veces, entender lo que importa, lo que es de verdad. Fluir, fluir, seguir el río; las aguas calmas me ayudarán. Es el momento, podré mirar alrededor, podré buscar.

Dejo todo... Empezar de nuevo a armar el yo, a jugar con el viento. Si no es importante, no me quita el sueño; y si lo es, dormir me ayudará.

Estar desnuda me reconforta, sentir la brisa directo a mí. Esperar todo viendo a los lados, el camino será el que vendrá. Apreciar la belleza de lo simple, lo puro, lo natural. Conciencia de mí, del mundo, del todo, la nada, el vacío, el equilibrio: yin y yang. Si puedo seguir así, ¿Por qué no continuar?

Sabes que en algún lugar del camino me encontrarás. Lo relativo nos ayuda a buscar. Las distracciones del mundo me ayudarán a pensar, pero estaré atenta por si te veo pasar. Respirar tranquila es parte de ser. Luego de eso, todo vendrá.